Abismos de oscuridad y llanto,
gritos desesperados de almas malolientes
desgarrando piden:¡ baja aquí conmigo!
y dame algo de tu paz, se mi sirviente
y esclavo fugaz...
Escucho esos sonidos vagos ,
aún en el recuerdo de otras voces,
pero si tu piel en tantos roces
urbanos se carcome,
en las alocadas tribus legionarias...
De callejones mojados de orinas,
de abundante placer de blanca tez,
de mujer abriendo en celo su garganta
tragando tu poder,se te agiganta...
Y lloras aún después al ver la luz
plateada,sin sentido
tu mente y la mía van en la caída,
perturbadas.
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