Hoy me das de tu plegaria
con fines de apagar tu eternos errores.
Me cubres de luces para que obre.
Me incendias de pasión para que emane.
Me dejas lágrimas en las manos
para que, en vano, te sane.
Un fósforo embeleza tu mirada
apagado da igual,
no ves la nada.
Me ruegas por futuros infantiles,
me aprietas convencido,
hasta el aullido de tu fé,
bastarda y cómoda.
Soy tu amuleto, al que tomas
como dador de engaños
y alucinas, que son milagros
los aportes de mis manos...
y no son más que caricias
sólidas ,pacientes, tibias.
Tribales esencias de luz
proyectándome en la cruz.
larosanegra.
martes, 21 de agosto de 2007
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